I Jornada de debate sobre el Acceso a la Profesión de Abogado

Los nuevos requisitos de acceso, la necesidad de otorgar una dimensión eminentemente práctica a la formación de los nuevos abogados o la situación de esta figura en otros países de nuestro entorno fueron algunas de las cuestiones que diversos expertos de primer nivel debatieron esta semana en la sede madrileña del CEF.-. Un evento que se planteó como un debate abierto y en el que también intervinieron activamente con sus preguntas los asistentes al mismo, entre los cuales se encontraban numerosos estudiantes del Grado en Derecho o del Máster en Práctica de la Abogacía de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).

Los ponentes invitados fueron Ana Plaza, de Plaza de las Heras Abogados; José Carlos Pérez Berengena, de Ontier Abogados; Rafael García del Poyo, de Osborne Clarke; José M. Viñals, de Lupicinio International Law; Manuel Javier Martínez de León Pérez, de Colmao Sport, y Javier López Gutierrez, de Écija Abogados. Además, presentó el evento la rectora de la UDIMA, Concha Burgos, y actuó como coordinadora Paloma Villarreal, doctora en Derecho y profesora de la UDIMA.

En sus apalabras de apertura, la rectora de la UDIMA afirmó que “hoy la sociedad demanda servicios de tutela, y protección de los derechos individuales y la dignidad de las personas, por lo que la preparación de los abogados es una preocupación constante de la sociedad española”. Por su parte, Paloma Villarreal recordó a los asistentes que la de abogado es una profesión muy compleja, ya que “vais a ser cooperadores de la Administración de Justicia y empresarios al mismo tiempo”.

La Ley de Acceso del 2006 y su puesta en marcha en 2014 han cambiado radicalmente las condiciones que dan acceso al desempeño de la profesión de abogado en España. Este cambio legislativo ha terminado con la obsoleta figura de la pasantía, cuyos orígenes se remontan al siglo XIX, para abrir una nueva etapa más en consonancia con la actual y compleja realidad de la profesión.

En el debate posterior, los ponentes abordaron la necesidad de que los nuevos abogados obtuvieran rápidamente una experiencia práctica de lo que supone el trabajo tanto en un despacho como en los juzgados. Respecto al examen de acceso, los ponentes coincidieron en que se trata de un examen “de mínimos” y que probablemente sea escaso a la hora de medir la capacitación de los nuevos abogados. Incorporar la práctica al examen o introducir pruebas de oratoria y redacción fueron algunas de las sugerencias que se hicieron de cara a mejorar estas pruebas habilitantes.

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