Entrega del Premio “Estudios Financieros”

Lun, 01/10/2007

El pasado 25 de septiembre de 2007 tuvo lugar la tradicional ceremonia de entrega de galardones del Premio “Estudios Financieros”, en su decimoséptima edición. Este año coincidió con el trigésimo aniversario del CEF y se celebró en la Casa América de Madrid, un escenario de privilegio que sin duda contribuyó a dotar de esplendor y relumbre a este importante acto, al término del cual se sirvió un cóctel.

Para la efeméride, el CEF reunió a tal elenco de personalidades del mundo del Derecho, la Empresa, la Administración y la Universidad que no nos extrañaría que hasta el fantasma que se dice habita desde hace décadas en las estancias del Palacio de Linares se sintiera impresionado. No en vano, además de los muchos ilustres invitados y amigos del CEF que abarrotaban el salón de actos de la Casa de América, los encargados de hacer entrega de sus galardones a los distintos premiados fueron, nada más y nada menos, que los presidentes de cada uno de los Jurados de esta edición del certamen.


Ceremonia de entrega de premios 2007.

Así, junto a Roque de las Heras Miguel, presidente del CEF y fundador de estos galardones, se encontraban en la mesa presidencial  Álvaro Rodríguez Bereijo, ex Presidente del Tribunal Constitucional y Catedrático de Derecho Financiero  y Tributario; Leandro Cañibano Calvo, Presidente de la AECA y Catedrático de Economía Financiera y Contabilidad; Luis Enrique de la Villa Gil, Rector de la UDIMA y Catedrático Emérito de Derecho del Trabajo y Seguridad Social; Felipe Saez Fernández, Catedrático de Análisis Económico; Xavier O’Callaghan Muñoz, Magistrado del Tribunal Supremo y Catedrático de Derecho Civil, y Luciano Parejo Alfonso, ex Rector de la UIMP y Catedrático de Derecho Administrativo.

El encargado de llevar el peso de este evento fue Rafael Muñiz, quien desempeñó las labores de maestro de ceremonias con su habilidad y saber estar habituales. Tras una breve introducción en la que Muñiz incidió en el prestigio y la reputación que el Premio “Estudios Financieros” ha ido labrándose con el transcurso de los años en el terreno de la investigación, hasta haberse consolidado hoy, por méritos propios, como uno de los más destacados de su categoría en España, se procedió a la lectura del acta notarial que daba cuenta de la lista de los ganadores.

Uno por uno fueron desfilando por el estrado los galardonados de los 19 trabajos que, en sus distintas categorías y modalidades, los Jurados del Premio “Estudios Financieros” han concedido este año. Como ya ha sido dicho, fueron los propios presidentes de los Jurados de cada una de las seis modalidades convocadas: Tributación, Contabilidad y Administración de Empresas, Derecho del Trabajo y Seguridad Social, Recursos Humanos, Derecho Civil y Mercantil y Derecho Administrativo, quienes hicieron entrega a los premiados de sus respectivas estatuillas y diplomas acreditativos. Asimismo, los galardonados también recibieron, de manos de Roque de las Heras, el cheque con la dotación económica que este Premio lleva aparejada.

A continuación, el último premiado que subió a recibir su galardón, Íñigo del Guayo Castiella, Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Almería y Primer Premio “Estudios Financieros” 2007 en la modalidad de Derecho Administrativo, fue invitado a permanecer en el estrado para, en nombre de todos los premiados, dirigirse al público asistente.

En su intervención, el profesor del Guayo, tras agradecer al CEF, así como al Jurado la concesión de este Premio, recordó que la investigación en el terreno de las ciencias sociales, campo al que a su vez pertenecen las disciplinas jurídicas, económicas y de gestión empresarial objeto de este certamen, recibe mucha menos atención que la realizada en el área científica. “Probablemente” –señaló– “porque mientras que las mejoras para el bienestar común que estas tienen una rápida plasmación y una aplicación práctica inmediata en la sociedad, los resultados obtenidos por aquellas son menos perceptibles”. Se lamentó el premiado, de que dichos trabajos quedaran muchas veces circunscritos al ámbito de las bibliotecas y no gozaran de una difusión similar a la que disfrutan las investigaciones en el terreno científico. “Por esta razón, la labor de mecenazgo que desde el año 90 lleva realizando el CEF con la concesión de estos Premios es doblemente acertada, no solo al incentivar la labor investigadora en las ciencias sociales, sino al contribuir decididamente a su difusión mediante la publicación de los trabajos en sus prestigiosas publicaciones”.

Las siguientes palabras del ponente fueron de reconocimiento tanto para los Jurados encargados de valorar y otorgar estos Premios como para la institución que los auspicia. De los Jurados quiso destacar su equilibrio al premiar tanto a profesores universitarios como a profesionales de cada una de las áreas objeto de estudio. A la hora de referirse al CEF, el profesor del Guayo no quiso dejar pasar la ocasión para felicitar al Centro por su trigésimo aniversario, al tiempo que afirmó que, al otorgarles este preciado reconocimiento, los premiados se beneficiaban indirectamente del sólido prestigio del CEF como referente ineludible dentro del panorama de la investigación en España. En nombre de sus compañeros y del suyo propio, Íñigo del Guayo se comprometió públicamente a corresponder al CEF por permitirles participar de este prestigio “dedicando nuestros esfuerzos a continuar trabajando con entusiasmo en la labor investigadora por la que hoy se nos premia”.

A continuación, y en representación de los seis Jurados de la presente edición del Premio, tomó la palabra Luis Enrique de la Villa, presidente del Jurado de Derecho del Trabajo y Seguridad Social. El Rector de la UDIMA estructuró su intervención en lo que el llamó “un triángulo”, triángulo cuyos tres lados estaban configurados por cada uno de los tres vértices implicados en la concesión del Premio “Estudios Financieros”. A juicio del ponente, estos tres vértices estaban constituidos por lo que el llamó “la realización del esfuerzo (premiados), la valoración del mérito (Jurados) y la dación de la recompensa (el CEF)”.

En cuanto a la realización del esfuerzo, el profesor de la Villa agradeció, no solo a los investigadores premiados, sino a todos aquellos que han presentado sus trabajos a la presente edición del Premio, “su esfuerzo, no ya referido al esfuerzo de las investigaciones propiamente dichas que han llevado a cabo, sino también el meritorio esfuerzo que en sí mismo constituye la escritura de las mismas”. En esta última faceta, la de la escritura, fue donde puso su acento el ponente, al referirse a ella como una segunda fase de la actividad intelectual, “una fase  fundamenta” –afirmó– “ya que poner por escrito lo que se dice de palabra supone un salto cualitativo y no puede haber progreso sin la plasmación escrita del conocimiento”.  También se refirió a la condición eslabonal de la investigación en el conocimiento y a su valor como actividad de efectos imprevisibles, ya que toda investigación es consecuencia y antecedente de otra investigación. Y para ilustrar sus palabras, citó las pronunciadas en ese mismo sentido por Bertrand Russel, cuando afirmó que “no existe la perfección estática, todo es mejorable”, y declaró, a continuación, la “inexistencia del saber último”.

El segundo lado del metafórico triángulo del profesor de la Villa lo conformaban los Jurados del Premio, es decir, los encargados de juzgar el mérito de los trabajos presentados. De ellos, dijo que “los premios no tendrían sentido sin su labor atenta y exigente”. El ponente agradeció a sus 35 compañeros en el Jurado el esfuerzo realizado para premiar la originalidad y la autenticidad, huyendo así del que, en su opinión, es el mayor peligro de la investigación: la impostura. La originalidad, la búsqueda de la aportación y la revisión crítica de lo ya existente son, a juicio del profesor de la Villa, los grandes méritos que subyacen en todos y cada uno de los trabajos que han resultado premiados en esta edición. Este ha sido el objetivo perseguido por los jueces y también su mayor mérito: la dificultad de saber juzgar estas cualidades.

El lado que cierra el triángulo es el CEF, la institución encargada de la dación de las recompensas. Del CEF destacó su mérito al afrontar esta labor de mecenazgo, una labor que no necesita para seguir siendo una de las mejores escuelas de negocio de España. Luis Enrique de la Villa apuntó que estos Premios tenían un doble valor en el sentido utilitario. Por un lado, los premiados se beneficiaban, en la acepción más primigenia de la palabra “utilitario”, de la dotación económica del galardón, así como  de la difusión de sus trabajos. Y por otro, el CEF se beneficiaba, en un sentido más sociológico del término, de lo que él llamó “la satisfacción de la preferencia. Personalizando en la figura del Presidente del CEF, Roque de las Heras, verdadera alma matter de este certamen, al conceder estos Premios, su preferencia había sido la de distribuir, y eso, afirmó de la Villa, “solo sale de un corazón grande”.


Ceremonia de entrega de premios 2007.

Como no podía ser de otro modo, Roque de las Heras se encargó de cerrar el acto. Su intervención comenzó con la felicitación a los premiados y el agradecimiento a los Jurados por su labor al valorar los trabajos presentados con total objetividad. El presidente del CEF recordó que estos Premios permiten el avance de las disciplinas sobre las que versan. También quiso recalcar que aunque, “como sucede en todo premio, solo unos pocos trabajos han resultado galardonados, son muchos, y así me lo han asegurado los miembros del Jurado, los trabajos presentados que por su calidad e interés son asimismo merecedores de ser publicados y difundidos”. En este sentido, el fundador del CEF anunció que, precisamente para garantizar que ningún trabajo reseñable se quedase sin ver la luz, por primera vez el CEF había habilitado un sitio ex profeso en su web para publicar todos aquellos que el Jurado así lo había estimado.

Las siguientes palabras de Roque de las Heras, con las que concluyó este acto de entrega de premios y que tenían especial significado al ser este el año del trigésimo aniversario del Centro,  fueron de sentido agradecimiento para los profesores, colaboradores y personal del CEF, “personas que con su esfuerzo y dedicación han logrado que el CEF sea hoy lo que es”.

Premiados y Jurado Premio Estudios Financieros 2007