Opositores de Hacienda en el CEF.-: "No hay nada como una oposición para dar un salto cualitativo a nivel profesional"

Lun, 31/10/2022

Gustavo Muñoz se quedó sin trabajo justo con la Covid-19 a las puertas de España. Ya llevaba unos meses resumiendo temas de Técnicos de Hacienda y decidió comenzar estudiando online "a saco". Dos años después, y superada la prueba, espera poder continuar con Inspectores de Hacienda por promoción interna. Lara Pinel, ya en el puesto, nos cuenta cómo es el proceso. Ambos tienen las claves para lograrlo: constancia y determinación. Así preparan los opositores del CEF.- Centro de Estudios Financieros su ingreso en el Ministerio de Hacienda.

Por Alberto Orellana

A Gustavo le quedaban unas ocho semanas para el primer examen cuando decide poner toda la carne en el asador. La idea de opositar había rondado su cabeza unos años antes, en la crisis de 2008, cuando trabaja ya como director financiero en el sector privado. La pandemia empezó a notarse y los plazos se fueron posponiendo de quincena en quincena. Al final se presentó en septiembre: "Me quedé a tres décimas de aprobar". Un año justo dándolo todo: "Jamás había estudiado a ese nivel".

No fue suficiente para aprobar, pero tampoco para acabar con este auditor de 45 años (en el ROAC). Opositando con el CEF.- en la modalidad online, ante todo recuerda que la dificultad del cuerpo de Técnicos de Hacienda no es el temario en sí, sino la cantidad de materia a estudiar. "Empiezas a mezclar temas... pero son horas, sea presencial, online o telepresencial, esto va de horas".

Era consciente del nivel de preparación del resto: "No hay ningún vago ni ningún torpe". Algo que, sin embargo, no impedía que en cada convocatoria fueran quedándose casi la mitad de las instancias presentadas. "En el segundo examen hicieron una criba incluso mayor de lo que yo pensaba: de 2.500 pasamos a 800", relata. Eso es "lo peor" de la oposición, "la incertidumbre" de no saber si lo conseguirás después de muchos meses. "Pero no toca pensar eso, sino hacer todo lo que puedas".

"Enseñar a leer"

Preguntado por qué cualidades necesita quien desee superar el reto, constancia y determinación salen de su boca al instante. "Esto es todos los días a todo lo que des. No hay límite. Es como una carrera en sprint, pero yendo solo y contra un montón de gente". Y recuerda que sólo hay dos cosas que te eliminan: llegar al nivel del examen (que "desconoces" hasta que no llegas al segundo), y los compañeros. Gracias a su formación y a poder gestionar su tiempo desde casa pudo avanzar, también con el apoyo familiar.

Donde quizás se vio algo más inseguro fue en las exposiciones. Los orales. Insiste en que esta parte debe reforzarse, pues en la oposición siempre hay tres grupos: uno "pequeñito" que "va sobrado", otro que "no llega ni de coña", y el tercero, el más grande. En este último dice que pueden acumularse hasta 60 puestos en apenas unas décimas. "Hay una cantidad de gente en cinco o seis puntos -decimales- que no te lo puedes ni imaginar".

Ahí es donde, según él, "enseñar a leer" un texto jurídico frente al tribunal (que escucha lo mismo todo el día) puede "marcar la diferencia". "Si buscas cómo darle un poco de entonación y dramatización (dentro de lo que se puede...), tienes mucho ganado". Algo en lo que coincide Lara Pinel, para quien este apartado también supuso la "mayor dificultad" en su promoción interna a inspectora de Hacienda. Para ella es "fundamental" tener un preparador que guíe en aspectos didácticos como exposición, temario, ritmo, literalidad...

Reconoce que tenía "terror" al segundo ejercicio de técnicos, que incluía contabilidad y matemáticas financieras, porque la casuística es muy amplia. "La distribución de los tiempos entre los 3 ejercicios es fundamental y a medida que vas profundizando en la oposición esa distribución va cambiando bastante".

Por ello también pone en valor el papel "emocional" del tutor. Y es que hay momentos en que se necesitan palabras de ánimo, motivación y comprensión, que "solo tu preparador es capaz de entender". "Sólo ellos son capaces de decirte las palabras exactas que necesitas oír en esos momentos en que te sientes desmotivado o dudas de tus habilidades".

Paciencia y determinación

Al igual que Gustavo, la inspectora pasó previamente por el sector privado (el bancario) y también apostó por Técnicos de Hacienda, con un temario "más reducido" y más fácil de compaginar con el trabajo. Después, ya en promoción interna, recuerda que como todo tiene sus ventajas e inconvenientes. Los dos años de funcionario exigidos te eximen de los dos primeros ejercicios, además de darte la seguridad de pertenecer ya a un cuerpo oficial.

Por otro lado, asegura, el camino implica no tener vida personal. "Al trabajar por las mañanas en la Administración, el tiempo es muy limitado y es fundamental una buena planificación, constancia y disciplina". Cuenta que madrugaba mucho para finalizar la jornada laboral antes y así poder estudiar más al llegar a casa. Lo fines de semana igual.

Es una etapa "dura" expresan ambos opositores. "No paras, y te conviertes en una persona obsesiva", reflexiona Gustavo, "todo el día dando vueltas a lo mismo". Pero para el técnico de Hacienda sus dos años de preparación fueron los dos años que mejor aprovechó su vida "sin duda". Según cuenta que llegó a estudiar unas 5.000 horas en un año. "Unas 13 horas al día sin parar. "Es muy duro y hay que tener mucha disciplina", insiste.

Pero la evolución a nivel técnico que experimentas es "brutal", señala. En general, él se siente una persona diferente, superando tópicos como su edad. Además de estar en una etapa de la vida "tranquila", reconoce que la experiencia te da "mucha capacidad de concentración y de aguante". Y añade: "No se me ocurre nada que puedas hacer en la vida profesional para dar un salto cualitativo que una oposición".

Lara aconseja a los futuros opositores que "sean pacientes, que con trabajo, esfuerzo y constancia la oposición se saca. Y, por supuesto, que siempre tengan presente los motivos que los empujaron a tomar la decisión de opositar porque eso les ayudará a mantener la motivación necesaria para continuar cada día con fuerza".

¿Qué te llevas del CEF.-?

Acceder a la AGE, y en concreto al cuerpo de Inspectores de Hacienda, implica entrar en "un cuerpo de élite, de gran prestigio y con buenas remuneraciones", uno de los grandes alicientes, describe Lara. Pero también sabe, ahora que echa la vista atrás, que desde el principio su meta era lograrlo. Y que, a pesar de ser una figura socialmente "no muy querida", nunca se debe olvidar que se presta un servicio público al contribuyente.

“En este puesto se asumen muchos derechos y potestades que hay que manejar con responsabilidad y madurez", explica, "siendo humildes y respetuosos en todo momento y, por supuesto, aplicando la Ley sin excepciones y con la diligencia debida". De lo que tampoco se olvida es de quienes le ayudaron desde el CEF.- en todo el proceso. En su caso además en ambas oposiciones: "tengo un cariño muy especial al CEF por varios motivos", concede.

Primero porque gracias a la escuela de negocios ha alcanzado su sueño "en dos ocasiones". Segundo, porque dice que la preparación ha sido "excelente: siempre enfocada a examen, aportándote material que te facilita el estudio en casa". Y "por supuesto", los preparadores, "magníficos profesionales" que ahora son amigos y compañeros en la Administración.

Gustavo se queda con la estructura de la oposición. No sólo el temario, que es "fundamental". También "los libros que edita el CEF.- con los exámenes anteriores, que ayuda muchísimo". O los ejercicios que dan los profesores y las dudas que resuelven. "Les escribes y te contestan directamente y saben de lo que están hablando. No hay que esperar a clase, y te responden al día siguiente o incluso al rato", afirma. "Para estudiar una oposición el formato online a mí me parece ideal".

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Fotografía cedida por Gustavo Muñoz. Fotografía cedida por Lara Pinel