El sentimiento de permanencia, las emociones y la formación, claves de las empresas familiares

Jue, 09/05/2019

Por Marta Peiro

Las empresas familiares juegan con un factor poderoso: el sentimiento de pertenencia. De abuelos y padres a hijos se transmiten una serie de valores que componen la filosofía de la organización y bajo los cuales esta actúa. Las relaciones entre hermanos, primos, tíos y nietos trascienden lo personal y crean vínculos duraderos al compartir un proyecto empresarial que hay que cuidar, desarrollar y hacer crecer cada día. Para ello, la formación y el trabajo de las emociones es fundamental.

Pilar Gómez-Cuétara, presidenta de la Corporación Empresarial Pascual, fue la tercera de 11 hermanos, 9 mujeres y 2 hombres. Su padre y su tío fundaron una industria galletera en México, su ciudad natal. De joven trabajó en la confitería familiar y conoció a Tomás Pascual, con quien se casó. Pascual se hizo cargo de una corporativa láctea y, con el apoyo de Gómez-Cuétara, levantó el Grupo Pascual.

“El rol que ahora juega la mujer es muy importante como creadora de vida y de vínculos”, expresó Sonia Pascual, hija del matrimonio Pascual Gómez-Cuétara, en una charla muy cercana y espontánea sobre “Las madres de las Empresas Familiares”, celebrada en ESADE. Su madre es “muy valiente, siempre ha querido cambiar las cosas, romper moldes”, afirmó la consejera delegada de la organización. “Era la inspiración de mi padre”, añadió, mirándola con orgullo.

Pilar Gómez-Cuétara “siempre estuvo al servicio del gran proyecto” del grupo Pascual, insistió la consejera del mismo. “Nunca me sentí mujer sombra”, afirmó la mencionada. “Estaba presente en todo, no hablaba en los negocios, pero escuchaba y me enteraba de todo”, recordó. La mujer del fallecido fundador de la empresa láctea fue su apoyo más fuerte desde los inicios de la organización en 1969, incluso cuando Pascual "estuvo a punto de vender la cooperativa cuando estaba al borde de la quiebra”, según rememoró su hija.

“Tomás era lo que era por lo que le habían educado”, recordó su mujer. Por ese motivo, Gómez-Cuétara considera indispensable la formación en cualquier empresa. “Pago la educación a mis nietos para que todos tengan las mismas oportunidades”, manifestó. Dicha formación reglada se ve complementada por los valores familiares que se transmiten de generación en generación.

En reuniones familiares, en comisiones y foros y en el día a día en el hogar, “inculcamos los valores que hemos vivido”, señaló Pascual. Entre ellos, citó el respeto, la confianza, la integridad, el coraje, el compromiso, la responsabilidad, el trabajo y el “valor de lo que hay detrás del dinero”. Mediante la “interacción entre generaciones” y la convivencia se fomenta el “sentimiento de pertenencia”, que impulsa a todos los miembros de la familia a trabajar por el bien de la empresa.

Para lograr dicho sentimiento “hay que trabajar las relaciones personales y aprender a gestionar los conflictos. La parte emocional es un trabajo importante”, consideró Pascual. Este parte de uno mismo. “El gran cambio es ayudar a los demás desde ti mismo”, profundizó. Desde este aprendizaje se pueden gestionar factores como el miedo al fracaso. “Yo me quedo con los aprendizajes que hay detrás de cada fracaso”, afirmó. Así se puede “ser consciente de lo que se ha conseguido y aprender a disfrutar”, expresó.

Cada individuo expresa su opinión sobre los temas relativos a la empresa familiar a pesar de ser "muy diferentes”, aseguró Pascual. Esas diferencias, lejos de suponer un problema, resultan poderosas. “Hay que ver la discusión como semilla de transformación”, opinó. En estas organizaciones “se crean sinergias, se une la visión de la mujer y el hombre y se crea algo mayor”, insistió.

Más allá de las diferencias, “la empresa y la familia las vivimos muy en conjunto”, señaló Pascual. Según la consejera delegada, se busca la “trascendencia de la familia a través de proyectos con valores”. En otras palabras, utilizar esa unión para “innovar con productos, crear conciencia y transformar los sistemas, atender las necesidades del mercado mejorando la calidad del entorno e innovando juntos…empezando por uno mismo”, mantuvo.

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Sonia Pascual, segunda por la izquierda, se ríe de una anécdota junto a su madre, Pilar Gómez-Cuétara.