Gran oportunidad para especializarse en Derecho: menor competencia, alta regulación y plazas públicas "en alza"
La sociedad en que vivimos reclama cada vez más personas especializadas en Derecho y, sin embargo, parece que son cada vez menos los jóvenes que se decantan por esta rama profesional. Quizás no terminan de ver factible el acceso a una labor que puede ayudar a empresas y personas físicas por igual. Ya sea como funcionario público o desde la asesoría profesional, el experto en algún ámbito del Derecho no sólo tiene grandes oportunidades laborales, sino que cuenta con apoyos igual de importantes para luchar su por su futuro. Uno de ellos es el CEF.- Centro de Estudios Financieros, que abre la puerta para tomar este camino a través de sus formaciones de máster y oposiciones en Derecho.
Por Alberto Orellana | Fotos: Raúl Pérez y José Antonio Campos
Para demostrar dicho apoyo a las próximas generaciones de abogados y opositores, la escuela de negocios y centro preparador de oposiciones desde 1977 convocaba a los universitarios en las Jornadas de Orientación a Estudiantes de Derecho. El objetivo era dar respuesta a la gran pregunta: ¿Qué expectativas laborales tienen tras la carrera? ¿Máster u oposición? Organizadas en dos jornadas en sus sedes de Valencia y Madrid, el CEF.- contó con la experiencia de sus docentes y funcionarios en activo para tender la mano a los futuros profesionales.
Algunos estudiantes manifestaban la "cierta dificultad" que veían para iniciar su camino profesional en Derecho. "Lo creáis o no, vivimos en una sociedad que demanda cada vez más servicios jurídicos", alentaba el jefe de estudios del Área Jurídica del CEF.-, José Antonio Sánchez. A pesar de que (sobre todo en la rama académica) hay menos interés de las nuevas generaciones, el ámbito legal está reclamando más profesionales.
Primero porque vivimos en una sociedad "hiper regulada", señalaba Sánchez. Hay normativa de prácticamente cualquier cosa, y cada vez cambia más y más rápido. Segundo porque la pirámide social se está invirtiendo, por lo que hay menos jóvenes en general (menor competencia). Y tercero porque además se producen otros cambios tecnológicos que reclaman nuevas labores y servicios legales. "Es verdad que eso os exigirá mayor profesionalización, quizás más especialización", decía Sánchez, "pero todo redundará en vuestro beneficio: seréis más demandados y vuestros servicios valdrán más".
También es cierto que quizás el proceso global hasta que se empieza a ejercer es más largo (unos seis años, contando con el máster y la preparación al examen de acceso), pero el jefe de estudios recalcaba el valor que tiene eso, pues quien lo supera es que lo tiene más claro, y saldrá mucho más preparado. Ahora bien ¿por dónde tirar? ¿Qué escojo: máster y despacho o apunto la Administración Pública?
Derecho empresarial y tributario
Si queremos iniciar camino en el sector privado, las dos opciones factibles son Derecho privado y empresarial. Ambas son perfectamente válidas, aunque sí que es cierto que, a menos que montes tu propio bufete, el Derecho para particulares y personas físicas se demanda sólo para servicios muy puntuales y tratando de minimizar el coste, explicaba Sánchez. Donde habrá siempre mucha más demanda es a nivel empresarial, pues las organizaciones requieren asesoramiento jurídico externo "casi permanente", afirmaba.
Tanto en Derecho privado como público. Laboral, mercantil..., y otras sectoriales que realmente son ámbitos transversales a la empresa (activos intangibles, protección de datos, compliance, derecho digital, IA, marcas, patentes...). Todo eso puede verse desde la asesoría empresarial, aunque exigen una especialización mayor, remarcaba Sánchez. En el Derecho público, el Administrativo clásico siempre está ahí, pues siempre genera conflictos, y destaca también uno muy particular, el Tributario.
Aquí el inspector de Hacienda Ángel Zaera distingue entre dos tipos de Derecho: estático (como el Civil) y el dinámico. En esta variedad el Derecho Tributario es "el líder", pues "no hay otra rama que más rápidamente se adapte a las necesidades", señalaba el Jefe de Equipo de Inspección en la Agencia Tributaria Valenciana. Nuevas formas de inversión como los criptoactivos o la marcada descentralización autonómica hacen que haya "mucha confusión" normativa. "Y eso exige profesionales que la aclaren", aseguraba. Además, contamos con un sistema tributario de "tremenda complejidad", por lo que personas y empresas demandan mucho este servicio.
Es el Derecho más cambiante, lo que también requiere mayor especialización, formación holística en Derecho y empresas, y una capacidad de adaptación a las constantes actualizaciones normativas. Pero es por todos esos cambios por los que es el sector con más oportunidades: "Cambia a tal velocidad que no da tiempo a una jurisprudencia estable, y es donde más errores legislativos se cometen", aclaraba Sánchez. Por eso es donde el abogado puede "sacar más jugo" con los conocimientos tradicionales. Además se puede ejercer por cuenta propia y ajena. Entonces ¿conviene especializarse o tener herramientas de todo lo posible a nivel empresarial?
Formación holística y lado humano
Entre los principales escollos a superar si nos encaminamos al Derecho en la empresaria (tributario, mercantil...) está el adquirir esos conocimiento propiamente económicos y empresariales (contabilidad, finanzas...). "Pero no le tengáis ese miedo atávico a los números", animaba Sánchez. "Además, tenemos que formarnos de manera completa", terciaba Felipe de la Morena (supervisor de auditoría de la Seguridad Social), "y si no has visto nunca un balance o un préstamo, los intereses, las ratios de las empresas... es imposible que puedas ejercer si te dedicas a Mercantil", desgranaba.
De eso se trata elegir el camino profesional, proseguía De la Morena: "empezar a abrir la mente" y no quedarse en "mi Derecho Civil, Mercantil..." sino formarse de forma holística sobre la empresa, para poder un día asesorar directamente a los demás con criterio y valor, abundaba.
Es verdad que también se requieren otros elementos, entre ellos la experiencia. "Al menos unas prácticas en los abogados junior", comentaba la profesora del CEF.- en Madrid Paloma Factor (propietaria de Factorlegal). A pesar de tanto reto tecnológico también revoloteando en el aire, la abogada y mediadora insistía en que, en esta nueva regulación y acciones por internet... lo que más demanda el cliente es el contacto con el abogado. "Que sepa resolver el conflicto, no sólo aplicar normas", apuntaba. Y eso se hace "mirando a los ojos al cliente".
Coincidía con ella Paula Carazo (socia en Insesa Concursal Abogados), quien cree que estas inteligencias artificiales "todavía fallan bastante" y que "nunca podrán sustituir el trato directo con el cliente". La profesora del Grupo CEF.- UDIMA especializada en Derecho Concursal ("salvé a 20 personas por despedirles" relató) ponía en valor ese lado humano, unido a la proactividad, como claves para aprender y subir en la carrera laboral.
Todo ello se puede reforzar ya desde la propia formación. Por un lado esa parte de experiencia (para ahorrar la formación en el despacho) que en el caso del CEF.- se trabaja con ejercicios prácticos reales del ámbito jurídico, indicaba Sánchez. Eso y la formación oficial "os acerca a lo que luego os van a demandar como profesionales".
Por otro lado, respecto a las habilidades blandas o soft skills, también se puede preparar y mejorar, y no desarrollarlas todas no implica que no se pueda destacar en el despacho, matizaba Carazo. Con eso y asignaturas como la de oratoria del Máster de Abogacía y Procura, se completan las herramientas básicas. "Porque eso es abogacía: hablar por otro", aseveraba Sánchez.
También la actualización de ese máster ha puesto ya en su lugar otra de las variantes profesionales, quizás más desconocidas: el procurador/ra. Para revalorizar a este "experto procesal" que pivota entre el juzgado, el abogado y el cliente, los alumnos contaron con María del Carmen Giménez, Vicedecana del Ilustre Colegio de Procuradores de Madrid.
Con una Administración de Justicia tan "atascada" como la española, la función del procurador se vuelve "fundamental"; "si no, preguntadle a los abogados", decía. El procurador es "parte del equipo", aportaba Factor, y ante todo busca que el procedimiento legal siga su curso y finalice como quiere el cliente; "esa es nuestra labor", sentenciaba Giménez. Desde facilitar la presentación de un escrito en el juzgado hasta conocer el juez hasta conocer la interpretación de la LECRIM en un tribunal concreto. "Quien abogue por eliminar al procurador es que no trabaja, al menos, en derecho laboral. Todo el proceso es fundamental, porque si fallas en un plazo, en una parte del proceso, te lo cargas", defendía Factor.
Oferta pública, "en alza"
La vía profesional del abogado no se limita únicamente al sector privado, y como centro preparador de oposiciones, el CEF.- cuenta con funcionarios que, además, aportan sus conocimientos como preparadores y docentes en la escuela. Y, además, trasladan su visión panorámica del empleo en la Administración. Es decir, a la pregunta ¿es buen momento para opositar? La respuesta es 'sí'. Principalmente porque se ha visto una falta de personal que, con la pirámide invertida y la inminente jubilación de grandes masas de funcionarios baby boomers, la demanda irá a más.
Y pensar que 'no es para mí' o 'no creo que sea de ese tipo de personas' son afirmaciones a desterrar. "Os demostraremos que no es así, y que cualquiera puede hacerlo", señalaba la coordinadora general de Oposiciones del CEF.-, Ángela de las Heras. Además, el mero hecho de intentarlo ya te aporta un recorrido formativo muy valioso para el sector privado. Pero lo más importante es que esa necesidad de personal ya se notó en la anterior OEP (Oferta de Empleo Público) "histórica" y en el propio sistema de acceso, que se ha agilizado y dinamizado.
¿Qué quiere decir esto? "Si tú apruebas un ejercicio te libras de tener que hacerlo en la siguiente convocatoria", explicaba Pablo Carramolino, jefe de estudios de Oposiciones en CEF.- Valencia. "Antes se hacía en algunas oposiciones, ahora se está haciendo en todas". ¿Por qué? Porque hace falta gente. la edad media de los cuerpos de la Administración es "bastante alta", reconocía Estefanía Mañas (aprobó con el CEF.- Técnicos de Inspección de Hacienda en 2018). Por eso, decía, hay cada vez más plazas y dan más facilidades, como reservar esa nota de los exámenes: "los guardan de un año para otro, incluso dos años", resaltaba.
Ahora bien, si me da por opositar ¿qué oposiciones conozco? Y es que más allá de las 'cuatro típicas' (Judicatura, Notaría, Registros...) hay muchas otras que apenas se tienen en cuenta. Además de valorar las habilidades y preferencias de cada uno, los funcionarios y preparadores del CEF.-, aconsejaban no desdeñar otras como Técnicos de Hacienda o cuerpos del Derecho Administrativo. Conocerse y conocer las características de cada oposición.
Carramolino daba datos de la última OEP histórica para ayudar a ir fichando algunas como candidatas: Inspectores Hacienda (145 plazas), Técnicos de Hacienda (469 plazas). ¿Cómo son de grandes esas cifras? Felipe de la Morena (supervisor de Auditoría de la Seguridad Social) lo contextualizaba: "Venimos de una época en la que no había oposiciones, en el año 2010; después en el 2011 se aprobó una oferta en la que había 6 plazas para Técnico de Seguridad Social; hoy hay más de 230 para este cuerpo", desarrollaba De la Morena. La tendencia en los grupos C2, C1, A2 y A1 es clara: "al alza".
Elegir con cabeza
Por un lado, cuando te planteas apostar por una oposición, juega un papel fundamental el bagaje formativo previo, así como los gustos y las plazas que haya. Pero hay que intentar aunarlo todo. Lo explica De la Morena: "Siempre digo que lo más importante no sólo es que haya plazas, sino acertar en lo que quiero. Si se me da bien la contabilidad: Técnico de Hacienda, Técnico de Auditoría y Contabilidad, Gestión de la Seguridad Social (especialidad auditoría) son buenas oposiciones".
Administrativos de la Seguridad Social también aparece como una opción interesante: 2.500 plazas. "Esta oposición lleva sin convocarse desde el año 1984. Se cubrían las plazas por promoción interna (cuerpos generales, administradores civiles del Estado...). Y desde el Covid se han creado un montón de prestaciones (IMV) por lo que es necesario mucha gente", reseñaba Carramolino. También para los amantes del Derecho Administrativo ("la asignatura favorita de todo el mundo", decía), que puede aportar cuerpos como el de Gestión de la Administración Civil del Estado (1.200 plazas). Administrativos de la Administración del Estado (3.243).
Además, todo el proceso de elección comienza también con el modo de preparar esa oposición. Para afinar un poco la puntería, Patricia Galán (fiscal y preparadora de jueces y fiscales tras pasar por el CEF.-) recomendaba ver, entre otras cosas, la ratio de aprobados. Y añade: "Fiscal requiere de más tiempo preparándose para estar listo para el examen y tener opciones de aprobar. Estaréis continuamente en actualización". ¿Sus claves de los preparadores?: "Confianza, seriedad, disponibilidad del temario... experiencia en la oposición".
Formación inigualable
Sin duda otro de los factores a tener en cuenta en el opositor es su vocación de trabajador público. La mayor empresa del país necesita aire fresco, y por ello Carlos Marquina también ponía en valor un sistema laboral que "garantiza la igualdad, el mérito y la capacidad, para que cualquier persona pueda aprobar y disfrutar de ese ascensor social". Además, dijo, "es el máster más económico que hay: podéis aprobar, pero si no, tendréis un nivel de conocimiento para el sector público que os van a rifar".
Algo en lo que insiste habitualmente la coordinadora del CEF.- Ángela de las Heras. "Las habilidades que adquirimos a nivel personal son inigualables; también compañerismo, una de las cosas que está totalmente reñido con el opositor que tengo al lado". No aprobar la oposición no es un tiempo perdido. "Para nada", se sumaba Galán. "Mirad en despachos de abogados quién ha sido opositor, porque es el que van a contratar por su conocimiento de la ley. Luego te seguirás formando, pero ese conocimiento tan amplio y profundo de la ley te lo da la oposición; es la mejor formación para conseguirlo".
Además, la reciente exalumna Eva Doblas (técnico de la Administración de la Seguridad Social) daba algunas pautas para cuando haya dudas en el largo proceso de la oposición. Y que debe empezarse ya antes de ponerse a ello, sabiendo que es un proceso "duro", pero siendo consciente de que, si no se aprueba "no pasa nada". Procurar llevar una vida tranquila con espacio para el deporte y el descanso serán fundamentales, además de cuidar la salud mental y apoyarse en los compañeros y el preparador.
Al final es un esfuerzo intelectual muy fuerte, "no os vamos a vender esto como algo sencillo", se sinceraba Marquina. "Es un camino con bastantes espinas, pero permite acreditar esa capacidad de esfuerzo y sacrificio, y si lo consigues, el día de mañana también podrás redirigirte al sector privado".