Las competencias del docente vocacional e involucrado

Mié, 08/05/2024

¿Qué entendemos por competencias profesionales? Son aquellas características, rasgos, habilidades y aptitudes que hacen que el trabajador desempeñe su labor de manera exitosa o superior a la habitual. Pero ¿cuáles debe tener un docente? Hablar de competencias y habilidades en el área de educación no ha sido de lo más común, ya que este concepto siempre había estado ligado a las empresas. No obstante, son las competencias las que permiten a las entidades establecer si un candidato se ajusta al puesto de trabajo al que aspira.

Bolsa de Trabajo (Azahara Lara - Sebastián Donoso) | Redacción CEF.- Media

Los tiempos actuales reclaman cambios importºantes en el sector educativo y concretamente en la preparación de los docentes, presentes y futuros. El término de competencia ha llegado al sistema educativo para formar parte del lenguaje común entre los profesionales del sector. Varios de los centros con los que colabora el Grupo Educativo  CEF.- UDIMA ya empiezan a demandar profesionales del ámbito educativo con habilidades concretas. Entre las competencias que más solicitan encontramos:

  • Comunicación. Transmitir las ideas de forma clara y concisa juega un papel importante, dando feedback a los estudiantes sobre las clases y el rendimiento. La comunicación lingüística es clave para el currículo de un docente, ya no solo en el idioma nativo, sino también en otra lengua extranjera. Tener buenas competencias lingüísticas en una segunda lengua o una lengua extranjera aporta unos beneficios tanto profesionales como culturales. Es un valor añadido en este mundo tan globalizado.
  • Organización. Cuestiones como planificar el curso escolar, preparar las clases o gestionar el tiempo de estas, si se realizan de forma efectiva, serán un factor de éxito para el docente.
  • Búsqueda y análisis de información. Como en cualquier otra disciplina, el docente siempre tiene que estar actualizado. Innovar y seguir aprendiendo cosas continuamente es invertir en un futuro educativo sólido. El conocimiento crece exponencialmente por lo que el docente debe transformar sus capacidades para trabajar en los contenidos y la forma de transmitir dicho conocimiento.
  • Inteligencia emocional. Los profesores deben ser una figura en la que el estudiante pueda fijarse, ser un ejemplo. Aportar conocimientos, razonamientos, saber gestionar emociones, ser asertivo, saber manejar las situaciones de conflictos en las aulas, detectar fortalezas y amenazas de los estudiantes o tener escucha activa son algunas de las habilidades o características que mejorarían esta competencia.
  • Dominio de las nuevas tecnologías. En un mundo globalizado y cambiante donde el uso de las tecnologías es primordial, es necesario poder dominar las nuevas herramientas que facilitan y motivan diariamente al estudiante a aprender. Un buen docente sabrá adaptar los contenidos y actividades a través de los dispositivos disponibles en el aula, para romper la rutina de las clases magistrales. Por ello, actualmente resulta imprescindible adquirir habilidades en las Tecnologías de Información y Comunicación.
  • Trabajo en equipo. Es importante saber colaborar con el resto del profesorado. Un equipo docente coordinado y colaborativo facilita el logro de los objetivos, ya que aumenta las posibilidades de encontrar soluciones en los distintos desafíos del día a día en el aula; se optimizan el uso y el tiempo de los recursos, y genera un buen clima de trabajo. Además, los profesores con más experiencia pueden ayudar a coger ideas a los más jóvenes, así como a planificar otras actividades dentro del aula que puedan ser más efectivas.

Hoy en día dedicarte a la docencia requiere más que conocimientos de las materias que impartes. Implica compromiso con la sociedad, empatía con las peculiaridades de todos tus estudiantes e inteligencia emocional para comprenderlos y orientarlos. No solo se basa en tener claros conceptos puntuales, sino que el papel del docente debe tener una continua actualización y renovación: pasando desde cómo enseñar de manera más dinámica conceptos de toda la vida a realizar estudios de psicología e inteligencia emocional, distinguiendo cada alumno y sus necesidades y, a su vez, cubriéndolas.

El siglo XXI exige compromiso, creatividad y aprovechar las herramientas que los docentes tengan a su disposición; se abre en una ventana nueva y las oportunidades que ofrece la globalización a través de la tecnología y, sobre todo, una actitud abierta ante los cuestionamientos e ideas de esas mentes jóvenes y frescas que te enseñan algo nuevo cada día cuando se sientan frente a ti para que les compartas tus conocimientos.

En suma, es igual de imprescindible evaluar las competencias de los docentes que hacerlo en los sectores de ámbito empresarial. Cómo dice William Arthur Ward: “La enseñanza es más que impartir conocimiento, es inspirar el cambio. El aprendizaje es más que absorber hechos, es adquirir entendimiento". Esta es la base del nuevo docente vocacional involucrado.