Arturo de las Heras: “Es el momento de potenciar las habilidades blandas”

Mar, 16/01/2024

El presidente del Grupo Educativo CEF.- UDIMA, Arturo de las Heras, cree llegado el momento de fomentar en el seno de la empresa las llamadas habilidades blandas o ‘soft skills’, como son la capacidad de negociación, el liderazgo o la planificación estratégica a corto, medio y largo plazo.

Redacción CEF.- Media

Es una de las observaciones que comparte en CEF.- Media sobre la base de unas tendencias que tienen en cuenta, no solo la renombrada inteligencia artificial y sus implicaciones en el devenir empresarial, sino también nuevas exigencias de sus empleados, más allá de la dedicación y el compromiso.

En este contexto, Arturo de las Heras, se muestra optimista y lejos de considerar este nuevo proceso histórico de ‘mecanización’ por la vía de la inteligencia artificial una amenaza para los trabajadores, sostiene que abre múltiples oportunidades, y también nuevos escenarios para las empresas.

“Estamos viendo”, dice, “cómo las empresas están dividiéndose en dos extremos: unas son tan grandes que preocupan a los gobiernos por convertirse en monopolios y otras que son muy pequeñas y especializadas atendiendo a pequeños nichos de actividad”.

En este sentido, a medida que los mercados se vuelven más complejos, agrega, “las empresas medianas enfrentan muchas dificultades para sobrevivir. Las grandes expanden su alcance, las pequeñas se vuelven más ágiles en la toma de decisiones, pero las medianas, atrapadas entre ser lo suficientemente grandes y lo suficientemente ágiles, están desapareciendo gradualmente en la nueva economía”.

Por otra parte, juzga que aquellos empresarios que creen productos o servicios deben considerar dos cosas: “Que lo que ofrecen sea flexible y pueda crecer para llegar a mercados internacionales, al mismo tiempo que refleje los valores y demandas locales”. Es lo más parecido a un nuevo paradigma globalizador, resultado de cruzar “lo global con lo local”.

Pero el análisis sobre la empresa que viene también desciende a la propia estructura organizativa, y, de este modo, apunta, “la idea de tener jefes en el trabajo está perdiendo importancia”.

Explica Arturo de las Heras que, “con la creciente presencia de las generaciones de millennials y Z en las oficinas, las jerarquías se vuelven más planas”. Un cambio que responde a una nueva mentalidad impulsada por la era digital, donde se promueve la idea de que “ya no es necesario obedecer constantemente a un supervisor, especialmente si este sabe menos sobre el trabajo que los propios empleados”.

Justo es en este ámbito cuando, en su opinión, los administradores, y especialmente los responsables de recursos humanos, “deben comprender que pronto la autoridad dependerá menos de la capacidad de tomar represalias y más del desempeño, el conocimiento y la habilidad para conectar con otros seres humanos”.

Sin olvidar, remarca Arturo de las Heras, que la transparencia se ha convertido en un valor infranqueable para toda empresa que se precie. “A los gestores de empresa se nos exigirán aún más cuentas claras y la justificación de nuestras acciones”.

En este nuevo entorno, si bien los algoritmos pueden realizar muchas tareas del intelecto humano sin descanso ni beneficios laborales, y aunque nadie duda de que la inteligencia artificial genere una “revolución equiparable a la que experimentamos con la introducción de la electricidad o el desarrollo de internet”, es, precisamente, en este frente en el que aparecen esas nuevas habilidades que se esperan de los empleados futuros, pero también de las escuelas de negocios y universidades en lo que les compete como entes formativos en esta línea.

La pregunta que todo el mundo se hace, reconoce Arturo de las Heras, es ¿cómo destacar entonces en un mundo donde los algoritmos asumen nuestras tareas? La respuesta es igual de clara: “Creo que en el futuro cercano los humanos nos quitaremos tareas que no nos gusten, como hicimos con los animales cuando nos cansamos de empujar los carros, por lo que ahora será el momento de potenciar las habilidades blandas como la negociación, el liderazgo o la planificación estratégica.

“En el pasado”, prosigue, “la trayectoria vital solía seguir un patrón común: educación, entrada al mundo laboral, consolidación en el trabajo, y finalmente, la jubilación. Ahora estamos en la era de la formación a lo largo de la vida, siendo un derecho de los trabajadores estar actualizados y una obligación de sus empleadores ayudarles a conseguirlo”.