Aprobar una Oposición
Por Ángela de las Heras, coordinadora general del área de Oposiciones del CEF.-
A lo largo del mes de diciembre se han publicado las notas de las oposiciones en Inspección de Hacienda, Interventores de la Seguridad Social, Gestión del Estado y Gestión de Informática. El CEF.- celebra la satisfacción y el éxito de sus opositores. Del total de aprobados en los resultados de diciembre, 293 alumnos han pasado por las aulas del centro y han conseguido plaza en el respectivo Cuerpo deseado.
Para los estudiantes que han aprobado ha supuesto conseguir el objetivo, diferente para cada uno de ellos, que se fijaron hace tiempo, y que en ningún caso está por debajo del año y medio de preparación. Esos alumnos han logrado un trabajo para toda la vida y podrán desarrollar unas funciones que solo la Administración ofrece, pues otorga una seguridad y estabilidad en el empleo, algo que muchos trabajadores envidian.
Para alcanzar la privilegiada estabilidad laboral han demostrado estar dispuestos a renunciar a determinadas actividades; a aprender a ser opositor. Han presentado cualidades necesarias del opositor, como una férrea disciplina, una enorme constancia y, desde luego, una gran capacidad de trabajo que les ha permitido cumplir día tras día con la jornada de estudio que ellos mismos se han impuesto.
El opositor es su propio jefe y él mismo deberá valorar a lo largo de la preparación las horas que necesitará dedicar al estudio, el método de trabajo más adecuado que debe emplear o de las vacaciones que puede llegar a disfrutar. Todo ello sin percibir ninguna remuneración y guiado únicamente por la ilusión de alcanzar la meta que se ha propuesto conseguir.
Habitualmente se piensa que el opositor conoce desde que empieza a preparar la oposición cómo se va a desarrollar el proceso selectivo en el que va a participar. Nada más lejos de la realidad. Su única referencia es lo que han vivido otros opositores desconociendo lo que él vivirá.
Es decir, al empezar su preparación no sabe el número de plazas que convocarán, el número de instancias que se presentarán, ni la fecha de la convocatoria. Ni siquiera está al tanto de posibles cambios en el programa o en la realización de ejercicios. Y por supuesto ignora las fechas en las que se celebrarán los exámenes.
Todo eso se olvida cuando se publica la relación de aprobados y uno está dentro de la misma. El trabajo realizado es recompensado y se recuerda lo vivido con mucho cariño. Es el momento de agradecimientos a los preparadores, a los familiares más directos, a los compañeros de oposición, amigos y un largo etcétera que han sido determinantes en este resultado.